LA TACITA DE PLATA…
El Cádiz está en primera y de momento salvado y con una cierta ventaja que le hace sonreír, porque en Carranza, en la Tacita de Plata, el fútbol es una fiesta y el Cádiz una religión. Ganar o perder solo sirve para celebrar una liturgia. El equipo para los gaditanos está por encima del bien o del mal. Al menos para esa mayoría, esa marea amarilla que cuando su equipo está bien, lo critica, lo exige, pero cuando está mal y lo necesita, lo empuja y empuja. Aunque no esté presente porque una pandemia, unas autoridades, o que se alineen todas las fuerzas del universo, no pueden acallar el grito de los gaditanos, su impulso y su fuerza a sus jugadores… los más malos del mundo, pero los suyos… Da igual contra quien juegue, para los gaditanos su equipo es el favorito. Por nuestras venas la sangre es de color amarilla.
El Valencia es un equipo inestable, con más presupuesto que el gaditano y 4 puntos más en la clasificación. Una derrota en Carranza lo acercaría a esa otra Liga donde «el gafa», nuestro sacerdote supremo, repite y repite en su homilía que es la que importa. Álvaro Cervera juega a defenderse ante los poderosos, porque contra el Cádiz todos son más fuertes, con más presupuesto, con mejores jugadores. Pero no visten la camiseta amarilla, no tienen ese «poder». Sabe que de ganar este partido, involucraría al Valencia en esa «otra Liga». Por eso amigos míos, recordad: «la razón es siempre más fiable que la suerte» pero «donde manda corazón no manda cerebro», y menos mal pues si no, seríamos máquinas… y señores, somos del Cádiz. Le hemos ganado al Barca, al Madrid, porqué no le vamos a ganar al Valencia?. ¡Ese Cádiz!
Nuestro pronóstico es: «Cádiz gana» a cuota 3.10 en Bwin. Y por último recordad que «donde manda corazón no manda cerebro».